Ermita de Montserrat

El paraje y el santuario de Montserrat han estado ligados desde hace siglos al agua. La acequia Mayor y la «fillola del Alluser», que atravesaban esta parte del término municipal, los molinos de agua y las viviendas tradicionales constituían uno de los lugares más bonitos y productivos de la huerta mutxamelera
El repicar de la campana de la ermita después de una fuerte tormenta anunciaba a los labradores del pueblo que podían ir a regar sus bancales con agua de avenida.

Su construcción data del siglo XVI y en un principio fue la residencia de los Frailes Mínimos, que posteriormente se trasladaron al Convento de San Francisco.

Hablar de la ermita de Montserrat y de su entorno es evocar al inicio de las fiestas de septiembre y al amor de los habitantes del Ravalet y del Poble Nou por la Virgen de Montserrat, conocida como «la Moreneta».